¿Para qué sirve la Historia?*
Seguramente usted se pregunta lo mismo. Eventualmente sus recuerdos escolares no han sido los más gratos. Es muy probable que usted nunca la haya ocupado en sus quehaceres laborales, sin embargo le aseguro que sin la Historia, nuestra vida no tendría sentido alguno Lo invito a recordar. Recuerde su infancia, sus juegos y su familia. Piense en sus padres, en sus trabajos u ocupaciones. Ahora, recuerde a sus abuelos y cómo se enfrentaban a quehaceres que para nosotros hoy son tan fáciles que ni les tomamos el peso que para ellos tuvieron. Le propongo buscar en su memoria el momento en que decidió ser lo que es hoy. Ese instante en que supo lo que quería hacer el resto de su vida, el momento en que sintió que haciendo eso y sólo eso podría ser feliz. ¿Lo tiene? ¿Recuerda cuando fue? Perfecto. Ahora, bórrelo de su memoria. Sáquelo de raíz y no deje rastro alguno de ese momento. Extirpado ese instante crucial de sus recuerdos trate de explicar su presente. Imposible.